REFRESCATE CON LA ÉLITE DE LOS BOLIS...
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¡¡COMPRA UN BOLI!!
Precio Público : $20.00 c/u
Precio Mayoreo Bolis Tradicionales : $12.00 c/u
Precio Mayoreo Bolis Escolares : $15.00 c/u
(Precio Mayoreo a partir de 50 pzas)
¡¡COMPRA UN PAQUETE DE FIESTA!!
Precio Paquete Fiesta : $17.00 c/u
(Precio Paquete Fiesta a partir de 50 pzas)
Incluye...
Carrito, Hielera y sombrilla en comodato
SABORES
PREGUNTA POR NUESTROS BOLIS PARA BODAS Y FIESTAS DE ADULTOS
Hola!! Yo soy Leone Mersini, tengo 12 años y soy jugador de Flag Football y Football Americano. Hace algún tiempo se me presentó la oportunidad de ir a ver jugar a mi equipo favorito de la NFL, los Seattle Seahawks, a Arlington Texas, quienes jugarían contra el equipo de los Dallas Cowboys, el equipo de mi papá, en un partido de pretemporada; mi papá me dijo que él no podía pagar los dos boletos de avión a Texas y que si quería ir, tendría que ayudarle, así que, buscando opciones junto con mi mamá, ella me propuso la idea de vender bolis al final de mis entrenamientos y partidos para conseguirlo, así que decidí que ahorraría para poder ir.
Para no alargarnos, después de algunos meses de venta, logré pagar mi boleto de avión y las entradas para el partido de pretemporada, y algunos souvenirs más. Pudimos ir mi papá, mi hermana Lía, quien cumplía 15 años y sacrificó su regalo, que era un viaje a otra ciudad de Estados Unidos, por ir conmigo a Dallas, pues mi papá no podía pagar el avión con ella y otro vuelo más conmigo, y yo. Estuvo increíble, pues además de ver el partido, pudimos visitar el campo de entrenamiento de los Vaqueros y varios lugares de la ciudad de Dallas. Regresando del viaje, me di cuenta de que podía hacer grandes cosas con mi venta de bolis, así que aunque ya había logrado el objetivo, seguí vendiendo.
Unos meses después cuando cumplí 10 años, me invitaron a participar en un equipo llamado Team México a un torneo nacional de Flag Football en Arlington Texas, pero era lo mismo, mi familia no podía pagar aviones, hospedaje y viáticos para todos, así que decidí que yo juntaría de nuevo dinero para poder ayudar, y otra vez lo logré. Toda la familia nos fuimos en coche y yo aporté lo que gané con la venta, para poder viajar y participar en el torneo. Bueno… al final, jugué como QB a pesar de que mi posición predilecta es la de receptor y lo hicimos muy bien. Nos enfrentamos a equipos muy fuertes y competitivos de USA, logrando llegar hasta las semifinales, y regresé a México orgulloso de nuevo por los resultados, la experiencia vivida y la satisfacción de haberlo podido hacer, en parte, gracias a la venta de los bolis, pues hasta pudimos conocer otras ciudades como Austin y San Antonio.
Lamentablemente, en septiembre de ese año estuve hospitalizado por una enfermedad autoinmune llamada Purpura Trombocitopénica Autoinmune Persistente, (un nombre muy largo 😬), una enfermedad del sistema inmunológico, en la que el cuerpo destruye sus propias plaquetas. Durante el siguiente año tuve que estar en reposo y sin actividad física ni de riesgo, por lo que no pude ir a la escuela, ni hacer deporte.
A lo largo de un año, se logró estabilizar mi enfermedad. Aún no estoy curado, pero ya está controlado, y logré regresar a la escuela y a mis entrenamientos y partidos de Flag Futbol, aunque aún no he podido regresar al Futbol Americano equipado, por el riesgo de algún golpe mayor.
Poco a poco, me di cuenta de que con dedicación y trabajo, la venta de bolis me ayudaba a lograr cosas muy padres, hacer viajes, participar en torneos, ayudar a mis papás, comprarme mis gustitos, etc. y me dieron oportunidades en esta vida, que a mi corta edad no hubiera podido tener si no hubiera empezado con ese pequeño negocio.
También logramos ir a otro torneo nacional a Chihuahua, donde quedamos campeones de la categoría U-12 y por último, hasta al nacional de Tecámac y de nuevo pude usar dinero de mis ventas para poder pagar algunas cosas de estos viaje.
Llegó un momento en que mi papá me propuso fabricar nuestros propios bolis, en vez de comprarlos y revenderlos, mejorando los sabores que ya vendía, haciéndolos más ricos y sanos y descubriendo nuevos sabores.
Así que, junto con toda la familia, decidimos llevarlo al siguiente nivel, creando LE-ICE.
Nos dimos a la tarea de crear la marca; junto con mi hermano Luca, quien es súper creativo, hicimos el logo; mi papá me ayudó a descubrir y perfeccionar las recetas de los diferentes sabores, así como a hacer los costeos y la producción; mi hermana a desarrollar una línea de postres que acompañen a los bolis, y mi mamá me apoya con la venta al mayoreo y la logística, recepción y entregas de pedidos. Es una empresa que va iniciando, pero que rápidamente va tomando lugar en el gusto de chicos y grandes, por su origen noble, dedicación, imagen, y variedad de sabores.
Hoy en día, estoy convencido de que quiero participar en las olimpiadas con el equipo Mexicano de Flag Football, y aunque sigo luchando contra mi enfermedad, estoy convencido de que la voy a vencer y de que voy a llegar a mi meta.
LE-ICE es un eslavón muy fuerte en mi carrera, y lo puede ser también para el Flag, un deporte que está en crecimiento en todo el mundo!! y que con ayuda, apoyo y soporte de gente como yo y mi familia, estamos seguros de que va a llegar muy lejos.
Si te gusta el deporte, apoyalo, con LE-ICE